Peña Nieto insiste en versión oficial de Ayotzinapa, desmontada por expertos


Mario Guzmán|EFE|Enrique Peña Nieto

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, insistió hoy en la versión oficial del caso Ayotzinapa por sus pruebas "claras y contundentes", a pesar de que fue echada abajo por los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que investigaron la desaparición de los 43 jóvenes en 2014.

"En lo personal, y con el dolor que causa y con lo que significa la pena para los padres de familia, yo estoy en la convicción de que pasó justamente lo que la investigación arrojó", dijo el mandatario en un video subido a sus redes sociales.

Según la versión oficial, presentada a los familiares en noviembre de 2014, los alumnos de la escuela para maestros de Ayotzinapa, que desaparecieron en el municipio de Iguala el 26 de septiembre, fueron entregados por policías corruptos a miembros del grupo criminal Guerreros Unidos, quienes los asesinaron e incineraron en un vertedero de basura.


No obstante, el caso fue posteriormente estudiado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), designado por la CIDH, que cuestionó la llamada "verdad histórica".

Los expertos internacionales denunciaron graves irregularidades en la investigación (entre ellas tortura) y presentaron un informe forense que evidenciaba que la quema de los 43 jóvenes en el vertedero no fue posible.

"La investigación ahí está", sentenció Peña Nieto en el video, llamado "Ayotzinapa, un hecho lamentable para México" y perteneciente a la serie previa a la presentación de su sexto informe de Gobierno, que realizará el 3 de septiembre.

El presidente señaló que, una vez la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) atrajo el caso Ayotzinapa, emprendió una "investigación profunda y amplia", y "más cuando se generó un eco ante la demanda muy sentida y justa de los padres por saber qué había pasado con sus hijos".


En el expediente -defendió- había "evidencias claras y contundentes de que los 43 jóvenes habían sido incinerados por un grupo delincuencial".

"Sé que, lamentablemente, la pérdida de un hijo no hay forma de repararla. Son hechos que nunca más se deben repetir en nuestro país", afirmó.

El mandatario aseveró que, al cierre de su sexenio (2012-2018), se queda con la "insatisfacción" de "aquello que no se logró atender suficientemente", y aseguró que uno de los mayores retos del gobierno entrante, que encabezará Andrés Manuel López Obrador a partir del 1 de diciembre, será atender el problema de la inseguridad.

Hasta el día de hoy, a poco menos de un mes de que se cumplan cuatro años de la tragedia, los familiares rechazan la versión oficial del caso, que despertó una gran indignación social en el país y el extranjero, y siguen pidiendo una investigación exhaustiva. 










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