López Obrador zanja debate de aeropuerto y abre nuevo frente con empresarios



636764366713697530w Mario Guzmán|EFE|El presidente electo de méxico Andrés Manuel López Obrador (i) habla junto al próximo titular de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT) Javier Jiménez Espriú (d)

El presidente electo Andrés Manuel López Obrador zanjó hoy el debate que desde hace meses se realiza en el país sobre el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) con el anuncio de cancelación de las obras, abriendo un nuevo frente de batalla con el sector empresarial.

Después de que anoche se diera a conocer que 69,5 % de los participantes de la consulta ciudadana dijeron "No" al NAIM, López Obrador confirmó que se respetará la decisión de los votantes. "La decisión es obedecer el mandato de los ciudadanos", aseveró el líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

De esta forma, continuarán las tareas del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM), que para subsanar su saturación combinará sus tareas con el de Toluca y el de Santa Lucía, el cual es actualmente una base aérea militar.

La otra opción planteada en la consulta -que se celebró entre el pasado jueves y el domingo- era que siguieran las obras del NAIM, cuyo avance ronda el 30 %.

Visiblemente satisfecho, el mandatario electo, que tomará posesión el 1 de diciembre, alegó en rueda de prensa que su equipo está "contento" porque la decisión tomada es "racional, democrática y eficaz", además de "inteligente y sabia".

López Obrador siempre se ha mostrado muy crítico con el NAIM, la magna obra impulsada por el Gobierno del actual presidente, Enrique Peña Nieto, y llegó a decir que, de llegar al poder, cancelaría las obras.

No obstante, según avanzaba la campaña electoral, fue moderando su discurso y finalmente anunció, tras ganar los comicios del 1 de julio, que impulsaría una consulta para preguntar a los ciudadanos su opinión.

Con el anuncio de hoy se pone fin a la agitada discusión sobre cuál sería el futuro del NAIM, un debate en el que incluso entró el magnate Carlos Slim, considerado uno de los hombres más ricos del mundo, quien argumentó que cancelar las obras sería frenar el crecimiento de México.

No obstante, ahora se abre otra controversia, dado que no está claro qué pasará con los contratos ya asignados y qué repercusiones tendrá la decisión en la economía del país de cara a inversiones futuras.

López Obrador aseveró que se buscará "llegar a arreglos" con los contratistas, o maneras de trasladar los contratos del NAIM a Santa Lucía. Además, argumentó que atenderán "cualquier reclamación" de las empresas o inversionistas.

"Es probable que los actuales contratistas del nuevo aeropuerto construyan Santa Lucía", avanzó.

Pese a esto, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) rechazó frontalmente tanto la decisión como "el método utilizado para tomarla".

El presidente del CCE, Juan Pablo Castañón, aseguró que la cancelación del aeropuerto significa la pérdida de "46.000 empleos directos e indirectos que ahora están en la construcción y que de alguna forma tendremos que reponer".

Además, estimó que el costo "real" de la cancelación estará entre los 100.000 y 120.000 millones de pesos (entre 4.983 y 5.980 millones de dólares), aunque las verdaderas pérdidas se verán en "la confianza y la incertidumbre".

Castañón dijo que los abogados de las empresas "están haciendo un análisis sobre las repercusiones legales, no solamente para las empresas e inversiones involucradas sino también en la repercusiones que México pudiera tener ante los acuerdos y compromisos internacionales".

En tanto, Alejandro Ramírez, presidente del Consejo Mexicano de Negocios, dijo que con la decisión México perdió la oportunidad de tener un "verdadero hub" o central aérea, mientras que Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, apuntó que "pierden sectores como comunicaciones, turismo y comercio exterior".

Por otra parte, el Grupo Aeroportuario de Ciudad de México, concesionario de las obras, informó hoy que la construcción del nuevo aeropuerto seguirá adelante hasta el día 30 de noviembre, cuando concluya el mandato de Peña Nieto.

"Estaremos cumpliendo nuestra responsabilidad como concesionarios y cumpliremos todas las obligaciones de aquí hasta que termine la actual Administración", dijo que en rueda de prensa Federico Patiño, director del Grupo.

Patiño explicó que desconoce qué va a pasar con lo que ya está construido; es decir, si se le van a dar uso o "simplemente hay que removerlas".

Apoyándose en las declaraciones de Patiño, Peña Nieto aseveró que a fin de no dejar de cumplir las condiciones establecidas de los bonos que se emitieron para el financiamiento del proyecto, "durante la actual administración, de hoy al 30 de noviembre, no se realizará modificación alguna ni a la concesión ni a la ejecución del proyecto".

En un acto público, señaló que "de mantenerse la decisión de cancelar la obra, a partir del 1 de diciembre el próximo Gobierno tendrá que hacer frente al pago de compromisos, los cuales probablemente requerirán del uso de recursos fiscales adicionales al impuesto que pagan los usuarios del aeropuerto".










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