El jai-alai, antídoto de Arriola ante las presiones de la política mexicana



El jai-alai, antídoto de Arriola ante las presiones de la política mexicana EFE|Mikel Arriola, en un juego de Jai-alai en Ciudad de México (México).

De familia de origen vasco, campeón nacional y subcampeón mundial de jai-alai, el candidato al Gobierno de la Ciudad de México por el oficialista PRI, Mikel Arriola, agradece a este deporte la disciplina y espíritu competitivo que le ha catapultado en política.

"El jai-alai me enseñó que hay que aprender a ganar y a perder, y a ser siempre muy disciplinado para obtener algún premio", dijo en entrevista para Baja Press el también exdirector del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Arriola, un defensor de la familia tradicional, nació en la Ciudad de México hace 42 años y lleva la cesta punta en la sangre.

En 1929, su abuelo paterno, Salvador Arriola Idarraga, fue uno de los pelotaris que inauguró el mítico Frontón de México.

También llamado "Palacio de la Pelota", es un edificio Art Decó que se ubica en el centro de la Ciudad de México, a un costado del Monumento a la Revolución y presume la cancha de cesta punta de mayor longitud del mundo con 62 metros.

Tras la inauguración, su abuelo decidió quedarse en México y se casó casi dos décadas después con otra vasca residente en la capital, iniciando así una saga de pelotaris.


"Gracias al jai-alai nosotros estamos aquí, mi padre pudo estudiar una carrera y gracias a que él estudió, nosotros pudimos estudiar. Conocí mucho a mi abuelo, era un hombre profundamente honesto e íntegro", recuerda Arriola.

El jai-alai, una modalidad de pelota vasca que alcanzó popularidad en México y Estados Unidos en décadas pasadas, entró en vías de extinción hacia 2005 por la fuerte competencia de otros tipos de apuestas y espectáculos, y parece haberse recuperado en los últimos años.

A Arriola la afición al jai-alai le nació de chiquito, cuando unos Reyes Mayos le trajeron la primera cesta a los seis años.

No obstante, fue a partir de los 13 años cuando se tomó ese hobby como un deporte profesional. Disciplinado y perseverante, jugó su primer campeonato mundial en 1991.

A lo largo de más de 20 años, jugó cinco mundiales y se retiró profesionalmente en el 2013.

"Fue mi deporte hasta el 2013, cuando jugué la última Copa del Mundo, y tuve la oportunidad de obtener cinco medallas de plata, y en 2013 casi ganamos la final", rememora.


Todo ello sin dejar de estudiar, pues Arriola es maestro en Derecho por la Universidad de Chicago y en Políticas Públicas y Administración por la London School of Economics and Political Science.

Arriola, que no milita en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la capital, define el jai-alai como su "deporte y pasión".

"Me ha ayudado muchísimo a sobrevivir a todas las tensiones de la administración pública y la política", asegura.

Continúa practicando la cesta punta, incluso en plena vorágine electoral, y lo combina con ir al gimnasio y subirse a una cinta corredora.

A menudo, para poder compaginar profesión y deporte se levanta muy pronto para iniciar el entrenamiento a las 6.30 de la mañana.

"Lo hago por el jai-alai, pero también por supervivencia. Y siempre lo he hecho, me he dado una hora al día para hacer ejercicio", de lo contrario "no estoy completamente equilibrado", concluye el pelotaris y político, en pugna por la Ciudad de México, que lleva desde 1997 en manos de la izquierda.


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