AMLO pide detener peleas en Morena por cargos públicos


Mario Guzmán|EFE|Andrés Manuel López Obrador, hace un gesto mientras habla durante su rueda de prensa matutina este martes, en el Palacio Nacional, en Ciudad de México

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo este martes un llamado para que se detengan las disputas por cargos públicos entre miembros de su partido, el izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

"No son los cargos lo que debe importar sino la contribución a los cambios, en este caso a la transformación del país", dijo el mandatario al ser cuestionado sobre la riña por la presidencia del Senado abierta este lunes entre los legisladores de Morena Martí Batres y Ricardo Monreal.

Aunque López Obrador rechazó opinar sobre "cuestiones partidistas", avisó que las organizaciones políticas deben "actuar poniendo por delante sus ideales y principios".


"Ya pasó el tiempo en que en que la política era sinónimo de individualismo, de sacar provecho personal y estar pensando nada más en intereses personales", dijo López Obrador, quien en 2014 fundó Morena, partido hoy mayoritario en la Cámara de Diputados y en el Senado.

El presidente, que asumió el poder el 1 de diciembre de 2018, advirtió que los ciudadanos saben detectar qué político es un "trepador y oportunista" y dijo que este tipo de servidores públicos "no tienen futuro".

"Si una organización se ancla sobre valores, resiste. Si empieza a buscar el poder por el poder, se echa a perder y no dura", sentenció el mandatario en conferencia de prensa en el Palacio Nacional.

López Obrador, quien ya no ostenta ningún cargo dentro del partido, abrió la puerta a asistir al congreso de Morena, que deberá elegir a su nuevo líder a finales de año, siempre y cuando se celebre en un fin de semana.


Además, descartó que las disputas entre senadores de Morena pongan en peligro la tramitación de reformas propuestas por el Gobierno.

"No, para nada, porque las propuestas que hacemos al Congreso son para beneficiar al pueblo", dijo el presidente, quien recordó que la creación de la Guardia Nacional fue aprobada por unanimidad en el Senado y no solo por los legisladores de Morena.

En una polémica elección a puerta cerrada, los senadores de Morena decidieron sustituir al hasta ahora presidente del Senado, Martí Batres, por la senadora Mónica Fernández, ambos del partido gobernante.

Batres anunció que no acepta el resultado de este votación, pues dijo que el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, permitió que votaran senadores ajenos a Morena.


"El senador Ricardo Monreal ensució el proceso interno del Grupo Parlamentario de Morena a lo largo de todas estas semanas y con una maniobra de último momento al dejar votar a legisladores que no eran de Morena", expresó Batres, quien pidió su renuncia.

Monreal, quien había apostado porque una mujer de Morena asumiera la presidencia del Senado, respondió que la votación fue "ejemplar" y aseveró que "las reacciones y las descalificaciones son injustas".

"No vamos a profundizar diferencias, hemos decidido mantener la unidad", dijo en rueda de prensa Monreal, quien invitó a Batres a incorporarse a la bancada de Morena.

A la riña se sumó la presidenta del partido, Yeidckol Polevnsky, quien en Twitter expresó que "es vergonzoso que en Morena se hagan maniobras" para retirar a Batres de la presidencia de la Cámara Alta.










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