Un militar experto en narcotráfico para dirigir la Guardia Nacional de México



un-militar-experto-en-narcotrafico-para-dirigir-la-guardia-nacional-de-mexico José Méndez|EFE| El recién nombrado comandante de la Guardia Nacional, el general de brigada Luis Rodríguez Bucio, junto al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

El general Luis Rodríguez Bucio, encargado de dirigir la Guardia Nacional mexicana, personifica la contradicción del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha colocado a este militar al frente del nuevo cuerpo policial a pesar de que debía tener un carácter civil.

No hace ni 24 horas que Rodríguez Bucio, de 62 años, supo que no podrá jubilarse como tenía previsto, ya que asumirá el reto de dirigir la Guardia Nacional, el nuevo cuerpo de seguridad pública integrado por policías y militares encargado de reducir la delincuencia.

"No estoy totalmente enterado, ayer inicié un proceso de inmersión en mi nueva función y espero que en un tiempo muy corto pueda tener el conocimiento", advirtió este viernes a la prensa cuando se le preguntaron cuestiones técnicas de su nuevo cargo.

Nacido el 1956 en Tancítaro, en el occidental estado de Michoacán, este general del Ejército tiene un marcado perfil militar con una larga experiencia en ámbitos como la lucha contra el narcotráfico y la protección del presidente de la República.

Licenciado en Administración Militar y doctorado en Defensa y Seguridad Nacional, Rodríguez Bucío ha sido comandante de la Guarnición Militar de Cancún, en el Caribe mexicano, y director del Centro de Investigación y Desarrollo del Ejército.

El general confirmó este viernes que dirigió entre 2003 y 2004 operaciones para destruir cultivos de marihuana en el occidental estado de Sinaloa, una zona controlada por el capo de la droga Joaquín "el Chapo" Guzmán.

"Nuestra función era destruir o erradicar cultivos como la marihuana y la amapola", explicó en rueda de prensa el general, quien negó las informaciones publicadas por medios locales referidas a que su batallón se encargaba de detener a narcotraficantes.

En aquella época, Rodríguez Bucio era comandante de batallón en Temamatla, en el céntrico Estado de México, que colinda con la capital mexicana, aunque se desplazaba puntualmente a "estados con conflicto grave con el narco".

"Que yo recuerde, el trabajo no tenía nada que ver con la detención, ese trabajo era mucho más orientado a la erradicación de cultivos", aseguró.

Posteriormente, entre 2004 y 2010, ejerció al frente del Grupo de Análisis e Información del Narcotráfico (GAIN) de la Secretaría de Defensa Nacional.

El perfil de alguien que ha perseguido el narcotráfico contradice la visión que hasta ahora había mantenido López Obrador, firme defensor de que hay que sustituir la lucha contra el narco por la atención a las causas que originan la violencia: la pobreza y la desigualdad.

El próximo 1 de septiembre Rodríguez Bucio debe completar su fase de retiro del Ejército, para el que también sirvió durante diferentes etapas como miembro del Estado Mayor presidencial, el extinto cuerpo de elite militar encargado de garantizar la seguridad del presidente mexicano.

Asimismo, ha desarrollado parte de su carrera en el extranjero como agregado militar en Alemania y en Polonia.

Aunque para su nombramiento al frente de la Guardia Nacional, que sustituirá a la actual Policía Federal, debe haber pesado su experiencia en cargos relacionados con la seguridad pública.

Y es que Rodríguez Bucio fue director del Área de Operaciones Especiales de la Policía Federal entre 1999 y el 2000, y, previamente, coordinador de grupos interinstitucionales del ya extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

Sin embargo, el uniforme militar con el que Rodríguez Bucio atendió este viernes a la prensa evidencia que López Obrador ha incumplido el pacto alcanzado con la oposición para que la Guardia Nacional tuviera carácter policial y una dirección civil.

Una sospecha que se confirma al constatar que la Coordinación Operativa Institucional de la Guardia Nacional estará conformada por otro general del Ejército, un contraalmirante de la Marina y solo una comisaria de la Policía Federal.

Organizaciones de derechos humanos se han opuesto frontalmente a que la Guardia Nacional estuviese comandada por miembros del Ejército, que ha sido acusado de vulnerar los derechos humanos durante su lucha contra el narcotráfico.

Reducir la cifra récord de 33.369 asesinatos registrados el año pasado en México será la única forma que tendrá Rodríguez Bucio de resolver las suspicacias que ha generado su nombramiento.


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