Los países latinoamericanos productores de plata (México, Perú, Chile, Bolivia y Argentina) tienen la oportunidad de utilizar este metal para crear una moneda de plata que les otorgue una mayor independencia monetaria y disminuya la dependencia con el dólar.
La propuesta de crear una moneda de plata será debatida en unos meses en las dos cámaras legislativas de México con el respaldo de la Asociación Cívica Mexicana Pro Plata, que durante años ha defendido que ante la crisis del sistema monetario internacional es preciso volver al patrón oro.
"El dólar está en su lecho de muerte", explicó hoy Hugo Salinas Price, exitoso empresario mexicano que ha dedicado más de una década a promover la idea del uso de la plata como moneda para suplir la crisis del sistema monetario internacional.
México es el primer país del mundo productor de plata con 169,7 millones de onzas en el año 2014, según cifras de la publicación Mining Global.
Le siguen Perú (118 millones de onzas), China, Australia y Rusia. Entre los diez mayores productores de plata del mundo, cinco son latinoamericanos, ya que además de los dos citados Bolivia, Chile y Argentina son respectivamente el sexto, séptimo y décimo países con mayor producción de plata.
Al recibir esta semana el título de profesor honorario del Instituto Noroeste de la Academia Presidencial Rusa, Salinas destacó que China y Rusia están acumulando grandes cantidades de oro.
Ninguno de los dos países, tercero y sexto productores de oro del mundo, venden al exterior lo que producen, ya que su objetivo es guardar lo más posible porque estiman "que el sistema monetario actual está en vías de desaparición".
La "belicosidad" de Estados Unidos, cuyo mayor síntoma es la política aislacionista del presidente Donald Trump, es una muestra, según Salinas, de la paulatina pérdida de influencia de EE.UU. en el mundo.
"Trump es un completo analfabeto económico. No entiende absolutamente nada. No entiende, por ejemplo, que el déficit comercial de Estados Unidos alimenta el valor del dólar. El proteccionismo acelera la caída del sistema monetario. El dólar está en su lecho de muerte", dijo.
Ante los riesgos de graves turbulencias financieras en el mundo, el empresario sostiene que los países productores de plata tienen la opción de comenzar un proceso de independencia monetaria con respecto al dólar y prepararse ante una eventual caída de esa divisa.
"El proceso de introducción de la moneda de plata debe hacerse paulatinamente, sin provocar desajustes económicos y en paralelo con el actual peso mexicano", aseguró.
La propuesta de Salinas ya fue discutida en el Congreso y rechazada en una primera instancia. Un nuevo debate se espera en los próximos meses con la novedad ahora de la necesidad de responder a las tendencias proteccionistas de EE.UU.
Salinas considera que los negociadores mexicanos del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá sabrán adaptar el acuerdo a los intereses del país, aunque la dialéctica de confrontación de Trump está haciendo mucho daño y mostrando, en definitiva, la pérdida de influencia de EE.UU. en el mundo.
"México y los países latinoamericanos productores deben estar preparados ante algo inevitable: el proceso de transición al oro como moneda mundial", afirmó Salinas.
"El oro va a recuperar el papel del dinero del mundo como ha sido en diferentes momentos a lo largo de la historia. Y mientras el oro se ha utilizado para grandes transacciones, la plata ha sido el metal favorito para transacciones de menor cuantía", indicó.
"En un futuro no lejano, la producción de oro y de plata será un factor clave para que México y Latinoamérica se desarrollen y puedan superar los trastornos inevitables que provocará la caída del sistema monetario actual", agregó.
Ante esa perspectiva, un grupo de diputados mexicanos volverá a plantear al Legislativo crear una moneda de plata con un valor monetario superior a su valor intrínseco, al tiempo que se plantee la necesidad de que el banco central de México aumente sus reservas de esa metal para prepararse ante una eventual caída del dólar.
Este debate se producirá en un momento político candente en pleno proceso de designación de los candidatos presidenciales rumbo a las elecciones de 2018 y durante el transcurso de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
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