La aviación mundial sufrió once accidentes mortales con 523 víctimas en 2018, una cifra superior a la media del último lustro (234), aunque mantuvo niveles bajos de siniestralidad, con sólo un incidente por cada 740.000 vuelos, informó hoy la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).
Los números fueron netamente superiores a 2017, el año con menos accidentes aéreos desde el advenimiento de la aviación comercial, ya que en él hubo seis accidentes mortales con 19 víctimas y un siniestro por cada 900.000 vuelos.
"El pasado año, 4.300 millones de pasajeros volaron con seguridad en 46,1 millones de vuelos. El año 2018 no fue tan extraordinario como 2017, pero volar sigue siendo seguro y los datos nos muestran que cada vez lo es más", valoró en un comunicado el director general de la IATA, Alexandre de Juniac.
El directivo añadió que "volar sigue siendo la forma más segura de viajar a largas distancias, ya que, basándonos en los datos, como media un pasajero podría tomar un vuelo cada día durante 241 años sin sufrir un accidente".
Regiones como Europa, África y Oriente Medio no sufrieron ningún siniestro mortal en 2018, mientras que en Rusia y otros países de la antigua Unión Soviética se dio la tasa más alta de accidentes (1,19 por cada millón de vuelos) y la segunda región más afectada fue Latinoamérica (0,76 por millón).
Reuters|Archivo
Boletín Semanal
y elige añadir a la pantalla de inicio