Lic. José Antonio Ortega Sánchez Presidente del CCSPJ

CCSPJP responde a la refutación de FITURCA y confirma que Los Cabos es la ciudad más violenta del mundo 2017

Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal|Lic. José Antonio Ortega Sánchez Presidente del CCSPJ

En respuesta a nuestra aludida publicación del 6 de marzo de 2018, el mismo día circuló en algunos medios una pretendida refutación a nuestra afirmación de que Los Cabos es la ciudad más violenta del mundo, refutación en la que se cita a Rodrigo Esponda, Director General del Fideicomiso de Promoción Turística de Los Cabos (FITURCA) y a Julio Castillo Gómez, Presidente Ejecutivo del Consejo Coordinador de Los Cabos, a quien por cierto se alude por el cargo y no por el nombre (Ver Nota 1 y Nota 2).

El escrito comienza por decir: "A raiz (sic) de la publicación por algunos medios de comunicación referentes al estudio "Ranking de las 50 ciudades más peligrosas del mundo 2017", Los Cabos manifiesta que la información esta (sic) fuera de contexto, especula y manipula, presentando a destiempo cifras para mostrar a destino como un lugar inseguro".

Acerca de las acusaciones a nuestro estudio de que "que la información esta (sic) fuera de contexto, especula y manipula, presentando a destiempo cifras para mostrar a destino como un lugar inseguro", sobre ninguna presenta datos o argumentos que las sustenten (con una sola excepción). Luego, mientras no se demuestren las acusaciones, éstas carecen de toda validez y nuestras afirmaciones, en particular que Los Cabos fue la ciudad más violenta del mundo en 2017, se sostienen.

El único intento en el escrito en cuestión de refutar con argumentos o datos es el siguiente: "Un estudio que considera que Baltimore o New Orleans son ciudades más peligrosas que Alepo o San Pedro Sula, definitivamente no es serio"- asegura Rodrigo Esponda, Director General del Fideicomiso de Promoción Turística de Los Cabos".

Pero este "argumento" lo único que demuestra es que los autores de la pretendida refutación ni siquiera al leído el estudio, pues si lo hubieran hecho habrían advertido –como se explica en la metodología- que del mismo se excluyen las ciudades de países en guerra, conforme a las prácticas universalmente aceptadas de la Organización Mundial de la Salud de no mezclar las cuentas de cifras de homicidios dolosos con las de bajas (ya sea de combatientes, ya sea de civiles) de conflictos bélicos abiertos. Por eso no se incluye la otrora ciudad más poblada de Siria, Alepo, cuyas bajas de guerra presentan –por cierto- una enorme dificultad de cuantificar.

Respecto a las tasas de homicidios de Baltimore o New Orleans en comparación con las de San Pedro Sula, si los señores del Fideicomiso de Promoción Turística de Los Cabos o del Consejo Coordinador de Los Cabos tienen mejores cifras que las oficiales –y que son las que utilizamos- pues deberían mostrarlas.

Por su parte Presidente Ejecutivo del Consejo Coordinador de Los Cabos, expresó: "En enero 2018 comparado con 2017, se redujo en 40%, en febrero del 2017 hubo 26 homicidios y en febrero 2018 solo 2, se redujo en un 93% y en lo que va de marzo no se ha presentado ninguno" sentenció "esta es la realidad actual de Los Cabos, resultado de 1 año de esfuerzo, por ello esta información esta (sic) fuera de tiempo y contexto y con extrañas intenciones".

Esta pretendida refutación tampoco refuta nada. El estudio se refiere –como desde su título dice- al año de 2017. De nada sirve que saquen a relucir las supuestas cifras de 2018, cuya autenticidad está por verse porque hasta esta fecha el Sistema Nacional de Seguridad Pública no ha publicado estadística sobre incidencia criminal de los municipios respecto al presente año.

Y por lo que hace a las "extrañas intenciones" que supuestamente nos mueven al publicar el estudio, queda al señor Julio Castillo Gómez revelarlas y probarlas o al no hacerlo incurrir en difamación.

En el escrito se destaca también el gran flujo turístico de que ha disfrutado Los Cabos, como prueba de que es un destino seguro. Al respecto, quepa recordar que Acapulco disfrutó por muchos años del arribo de gran cantidad de turistas extranjeros y nacionales, incluso cuando la ola de violencia ya se había iniciado, hasta que la realidad fue inocultable y el turismo en el puerto decayó, ahuyentado precisamente por la violencia.

El grave problema de violencia en Los Cabos, en Baja California Sur y en México debe ser encarado y resuelto. Intentar esconderlo debajo del tapete con negación y falacias NO lo resolverá.

Lic. José Antonio Ortega Sánchez
Presidente del Consejo Ciudadano para la
Seguridad Pública y la Justicia Penal, A. C.

 

 










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